lunes, 18 de abril de 2011

Reflexión en Semana Santa


La Semana Santa es para mirar a Jesucristo porque a través de EL podemos reconocer y conocer al Padre: su poder, su piedad y su bondad. Pero mirando a través de Cristo, a través de su amor, podemos aprender a mirar a las demás personas...

Si como hijos miramos a nuestros padres a través de los ojos de Cristo, que es ejemplo de un hijo obediente, respetuoso, bondadoso y que honro con su vida el ser el Hijo de Dios, ese mismo trato respetuoso, obediente y bondadoso hacia ellos no se haría esperar…
Si somos padres y madres miramos a nuestros hijos a través de los ojos de Jesucristo, entonces los miraremos de otra manera: además del amor que les tenemos vamos a desear que nuestros hijos e hijas sean buenos, los mas obedientes, los más sanos, vamos a desear que ellos actúen en la vida en forma honesta, honrada y santa y para lograr eso, con nuestro ejemplo vamos a aportarles los mejores sentimientos y el mejor trato para que vivan esa vida plena en Cristo.
Si miramos a nuestros hermanos y amigos, a la persona que está a nuestro lado,  a través de los ojos de Cristo, qué  les podríamos desear sino el más grande bienestar y mucha salud y éxitos?... los miraríamos con compasión y afecto cuando más lo necesitaren... los miraríamos siempre con amor para que ellos se llenen de él y puedan ser multiplicadores de ese sentimiento.
En esta Semana Santa miremos a nuestros semejantes a través de los ojos de Jesucristo, seguramente una paz interior inundará nuestro corazón.

Mira a mi siervo, a quien sostengo,
mi elegido, en quien se complace mi alma.
He puesto mi Espíritu sobre él:
llevará el derecho a las naciones. Isaias, 42,1



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